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Estrés en el entorno laboral

Qué es

El estrés es el estado de cansancio mental provocado por la exigencia de un rendimiento muy superior al normal; suele provocar diversos trastornos físicos y mentales.

El estrés prolongado en el tiempo y en forma continua puede resultar en una enfermedad o en lo que se llama en inglés “burnout”, en castellano el síndrome del quemado. El estrés es llevado de manera consciente como de manera inconsciente, o sea, sin darnos cuenta que estamos en un estado alterado seguimos haciendo sin tenernos a nosotros mismos en cuenta. Para darte cuenta del nivel de estrés que percibes revisa las siguientes afirmaciones en relación a tu día a día:

  • Me costó mucho relajarme.
  • Sentí que estaba muy irritable.
  • Me di cuenta que tenía a los músculos de mi mandíbula tensos
  • Se me hizo difícil para tomar la iniciativa para hacer cosas
  • Noté que me agitaba.
  • Reaccioné exageradamente en ciertas situaciones
  • No podía sentir ningún sentimiento positivo
  • Se me hizo difícil respirar
  • Me sentí triste y deprimido.
  • No me pude entusiasmar por nada.
  • Sentí los latidos de mi corazón a pesar de no haber hecho ningún esfuerzo físico.
  • Tuve miedo sin razón.
  • Estos son todos elementos que resultan de un estado de estrés, en menor y mayor medida.
¿Porqué percibimos estrés?

Como bien indica la palabra ´percibimos´, el estrés es algo que tiene que ver con como nos relacionamos a las personas, cosas y ocurrencias. Lo que es estresante para uno puede no serlo para otro. Cuando hay un hecho que nos genera estrés, lo que está sucediendo es que ese hecho traspasa nuestros limites. Limites en el sentido de capacidad de asumir lo que se nos está pidiendo. Un ejemplo. Soy responsable de la gestión de un equipo de trabajo de alto rendimiento y me tengo que ocupar para que concretemos los objetivos, mantener cada integrante del equipo en el carril indicado cumpliendo con las normas de convivencia de la empresa, tener conversaciones difíciles con clientes, prestar atención a las necesidades privadas (del hogar, esposa, hijos, etc.). Una sumatoria de temas que demandan mi máxima atención y no me alcanzan las horas en el día. Descanso menos horas y con un sueño más liviano, ni hablar de olvidarme de cortar para almorzar u otro tipo de momento de conexión y calma conmigo mismo. Cuando pierdo mi equilibrio interno y corro de un incendio laboral o personal al otro, mis limites se ven afectados, percibo estrés constante, y termino con un burnout.

Poner limites

Para evitar que el estrés nos puede, tenemos que tomar ciertas medidas. Está la posibilidad de revisar y cambiar mi forma de percibir las cosas, pero una vez en un estado duradero de estrés eso capaz ya es un poco tarde. Lo que si requiere y genera cambio de inmediato es aprender a poner limites. A nadie le sirve que termines inactivo en todos las áreas de tu vida por enfermarte o por terminar con un burn out, en primer lugar no te sirve a ti. Paso uno en poner limites es darte cuenta que para tu bien sea necesario un cambio de paradigma urgente. Paso dos: reconocer que no sabes por donde empezar. Paso tres: pedir ayuda. ¿Cómo se caracteriza el poner un limite? Requiere conectar con las necesidades y ganas de uno, y cuidarlas por más que el afuera pida o demande lo que pide/demanda. Esto requiere conectar con las necesidades de uno. A veces sale más fácil cumplir con lo ajeno, y no tanto con conectar con uno mismo. Al tener una práctica frecuente de poner pausa y revisar si hay algo mío que no estoy atendiendo (y de ser así atenderlo), el equilibrio interno se ve mejor cuidado.

Algunas ideas a favor del equilibrio interno

Hay miles de formas para estar en paz y conexión con uno mismo. El simple hecho de levantarse cada tanto del escritorio del trabajo para salir a caminar y respirar hondo y conscientemente permite relajar la tensión muscular, mental y emocional. Si eso no es posible, se puede tomar 3 respiraciones profundas cada media hora en el lugar y actividad en que estés. Inspiras en 4 tiempos, guardas la respiración en 4 tiempos, exhalas en 4 tiempos, mantengas vacío en 4 tiempos. Tomarte una ducha caliente para salir del estado tenso y mental. Comprometerte en conectar con la naturaleza al menos 1 vez a la semana. Permitirte un día libre para no hacer nada, o algo que no tiene un objetivo particular, simplemente relajar y disfrutar. Conversar con un amigo que hace mucho no contactas. Decir que no sabes. Decir no. Cambiar tu camino si no te está haciendo bien.

Con el Programa de Gestión del Estrés para Empresas acompaño a equipos y empresas en su totalidad (transversalmente) para disminuir el estrés en el contexto de la empresa.

Te invito a contactarme por cualquier consulta o inquietud en relación a este articulo y temática en general al info@benjaminzeehandelaar.com.

¡Muchas gracias!

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